Siempre fuiste de los que se entregaban a fondo en todo lo que se proponían. Y así lo hiciste cuando llegaste, cuando viniste como un huracán, y sin avisar ni nada te abriste de puertas para dentro mientras yo aún estaba aterrorizada. Y joder, mentiría si dijese que aún no estoy cagada de miedo.
Nunca supe por qué me elegiste a mi, si yo fui siempre de las de no dar nada a nadie por miedo a que aprovechasen para romperme en mil trozos; fui de las que se dejan el armario cerrado con llave y de las que agarran fuerte el corazón en un puño. Siempre fui de esas, y sin embargo me elegiste a mí, y lo que es aún más sorprendente, aún dices que seguirías eligiéndome a mí a pesar de todo. A pesar de que yo me dejé conocer trocito a trocito, a pesar de que ni si quiera hoy te miro a los ojos cuando me dices -te quiero-, a pesar de estar enamorada hasta los huesos de ti y no decir ni una palabra. A pesar de todo, me seguirías eligiendo, y ese es el significado del amor que la vida me dio a conocer mediante alguien como tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario