Más cerca de los Beatles que de tus discos de jazz.

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domingo, 2 de marzo de 2014

Me encantaría escribirte a ti, como un escritor con sus mejores obras. Sin embargo, yo no soy de las que está preparada para algo así, para poner unas cuantas lineas escritas por mi a tu mismo nivel. Y es que en verdad, jugar a ser escritora tiene sus desventajas, porque nunca llegaré a saber cuándo un escritor esta preparado para algo así. Ni si quiera sé cómo un escritor se da cuenta de que está preparado para que le lean. Nunca lo supe amor, y aunque escribo con el corazón saliéndome por la boca, mis manos no se mueven lo suficiente como para escribir todo lo que puedo llegar a sentir con tan sólo un beso. Y por ello, aunque esto resulte un juego, hay cosas que un escritor (o al menos alguien que juega a serlo) debe aceptar como intransferible a una hoja de papel. Tú eres una de esas cosas, o más bien, nosotros lo somos, somos tantas cosas que ni si quiera un te quiero resulta suficiente para expresarlo.
Sin embargo, tú y yo sí sabemos hasta qué punto llega todo esto. Y en el fondo, ¿qué importa el resto?
Yo te quiero a ti.
Cada día, cada hora, y cada instante.

Siempre tuyo, y siempre nuestro.

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