eres mi más bonita manía

Soy como soy, soy como quiero que seamos, o al menos más quisiera yo. Porque en el fondo me muero de ganas de que seamos en lugar de ser, me muero de ganas de completarte hasta cuando por ti sola vales el doble que todo tu alrededor. Me muero de ganas de perderme cada mañana en la sonrisa que un día me dedicaste. Me muero de ganas de volverme loco al ritmo de tu risa, tus gritos, tus peleas y tus locuras. En el fondo me muero de ganas de ti, de que guardes tus manos en los bolsillos de mi sudadera en noviembre, de que me robes el sueño las noches de enero y de que me des tu aliento en las tardes de mayo. Me muero de ganas de cumplir días, segundos e incluso vidas aquí mientas me asegures un futuro acompañado. Me muero de ganas de que seamos, y por mucho que me empeñe es mucho más complicado que desear, mucho más complicado que escribirte tres o cuatro sandeces al final de día para que tú las leas y me sonrías de nuevo como cada mañana al pasar por mi lado. Porque, en el fondo, es la rutina, mi rutina preferida, pero rutina al fin y al cabo.