Más cerca de los Beatles que de tus discos de jazz.

.

viernes, 28 de marzo de 2014

Siempre nos quedarán los besos mal dados y aquellos con los que se nos erizaba hasta el corazón.
El sonido de tu risa tartamudeándome al oído en las noches frías.
El vaivén de tus caderas al ritmo de mi risa, e incluso la sensación de notar tus pupilas en la luna reflejadas cada noche.
Y es que el mismo Lorca se preguntaría si lo nuestro puede considerarse amor, o si hay algo superior a eso. El mismo Lorca se hubiese cansado de escribirte cada noche desde aquel martes de 1998. El mismo Lorca se hubiese vuelto loco con tu risa o tus caderas. El mismo Lorca hubiese sido igual de humano al conocerte; todos nos habríamos enamorado de lo ti, pero me tocó a mí.

2 comentarios: