Más cerca de los Beatles que de tus discos de jazz.

.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Mírame y dime qué no he perdido. O más bien, háblame de lo que he perdido. Háblame de las lloreras a las tantas de la mañana, de los ruegos y de las tantas cosas que pasaron hasta acabar aquí. Háblame de cómo me hice de hielo, de cómo me fui cayendo cachito a cachito. De cómo me fui derrumbando hasta crear un mar lleno de dudas, de sonrisas acompañadas de un "hasta mañana" en las que jamás pensé que ese mañana cambiaría todo radicalmente. Háblame de cómo jamás pensé que esa sería la última vez que conocería la felicidad de esa forma. De cómo fueron otros los que me hicieron conocer la felicidad en medio de un cielo negro que no despejaba ni en pleno agosto.


Y es que las cosas vividas suenan más duras cuando sabes que te han cambiado. Y aún más, cuando amas tu presente y odias tu pasado, porque sabes que éste fue necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario