Más cerca de los Beatles que de tus discos de jazz.

.

martes, 31 de diciembre de 2013

Real; real aunque meta mis manos heladas por debajo de tu camiseta en noviembre. Aunque te haga cosquillas en mi cama mientras gritas que pare una y otra vez. Aunque te coja de la mano sabiendo perfectamente cuánto lo odias. Aunque te llame las mil cosas que más detestas mientras veo cómo te crees esas tonterías como una niña. Aunque me grites mil veces hasta acabar teniendo la razón. Aunque me ría sin parar por una estupidez que hallas dicho o hecho. Aunque me acabes pegando por acabar sin argumentos. Real. Real aun con el presentimiento de que pueda llegar un día en el que te canses de mí. Un día en el nos conozcamos tan bien el uno al otro que no quepan más palabras ni verdades entre nosotros. Un día en que la magia que conseguimos crear sea algo que no sólo entendamos tú y yo. Un día en el que esto se podría limitar a una simple palabra.


Mientras tanto me limito a besar los labios de los que hace mucho me hice adicto, a mirar los ojos que me sé de memoria y a reír por las mismas tonterías de siempre. Porque me reconforta saber que existe un pilar que me sostenga, alguien que me mantenga firme, alguien que no se va aunque le eches. Me reconforta aún más que ese alguien seas tú, con tu sonrisa cada mañana y tus ganas de hacer reír a todos, pero sobre todo, hacerme reír a mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario