Más cerca de los Beatles que de tus discos de jazz.

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lunes, 28 de octubre de 2013

VAMOS A MATAR MURIENDO.

Como esas veces en las que tus ojos sólo te piden escribir. Escribir líneas y líneas hasta quedarse sin palabras, hasta que nada de lo que quede grabado en ese trozo de papel tenga sentido alguno, excepto los llantos entre línea y línea. Y es que nadie dijo que todo lo que hoy nos hace feliz, mañana también lo hará. Nadie dijo que lo que hoy es una costumbre, mañana no será cosa del pasado. Nadie nos lo dijo, y nosotros tampoco lo diremos; vamos escondiendo cada una de las lecciones para que los que vienen detrás de nosotros se topen con ellas, bien con una zancadilla o bien con una bofetada a plena luz del día. Yo he tenido la suerte, o la mala suerte, de toparme con ellas bofetada tras bofetada, día tras noche, confiando, desconfiando, y todo lo que todos hemos hecho alguna vez con las personas que fueron desapareciendo de nuestras vidas. Porque en el fondo, ¿por qué particularizar si todos cometemos los mismos errores? Estamos hechos de cristal, hechos para adaptarnos a lo bueno y rompernos en pedazos cuando las cosas se tambalean, y así somos. ¿Por qué decir que somos fuertes? No lo somos, somos débiles, y el primer paso para mostrar valentía es aceptarlo. Y es que en esta vida, hasta los más grandes demuestran ser humanos. Débiles como vasos de cristal. Y es que tal vez existan momentos en los que mostramos algo de rigidez, hay momentos en los que somos capaces de esconder nuestro estado de ánimo en lo más profundo de nuestras pupilas, pero desde luego que otras muchas otras veces preferimos rompernos, tirarnos al suelo y enseñarnos al mundo del peor modo que éste puede llegar a vernos.

1 comentario:

  1. que bonitas tus palabras, sin duda tienes toda la razón. te sigo porque me han encantado tus palabras, y no quiero perderme más. espero que nunca dejes de escribir porque lo haces genial. te espero en mi blog. besitos guapa

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