Más cerca de los Beatles que de tus discos de jazz.

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jueves, 11 de julio de 2013

Y sonreír cada vez que me besas como si de respirar se tratase. Como si no pudiésemos vivir sin el roce de nuestros labios, sin mis manos en tu pecho, sin tus ojos en los míos. Sonreír cada vez que sale la luna, recordando las historias que contaba mi madre sobre ella; esas en las que jamás dejaré de creer. Sonreír cada vez que despierto en tu pecho mientras aguantas ese verde de tus ojos sólo por ver los míos aparecer de nuevo. Sonreír al recordar muchos años atrás vidas que jamás hubiese dejado que cambiasen. Sonreír cada vez que escucho esa canción de Oasis que hasta mis lágrimas tienen ganas de escuchar por milésima vez. Sonreír por tener ganas de besar cada centímetro de tu cuerpo hasta toparme con el séptimo cielo, también llamado tu boca. Sonreír por besarte hasta quedarme sin dudas. Sonreír por cada piti a pachas, por la sexta copa de la noche, por los viajes de vuelta a casa.

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