Ese "fue importante en su día" es el que realmente arde dentro de mí; el que me deja sin aliento cada vez que le recuerdo.
Ese "no sé nada de él" es lo que realmente duele; lo que quedará grabado en mi pecho para siempre. Es lo que crea mis lágrimas a cada recuerdo suyo. Es vivir cada día creyendo que algún día el telefono sonará, y habrá ocurrido, y entonces me daré cuenta de que no estuve ahí.
Y aunque ahora sé que es imposible estar ahí, si alguna vez ocurre, ese dolor grabado en mi pecho es el que me cargará con todas las culpas. Y, ¿sabes? Puedo vivir con el dolor, pero con las culpas no sería capaz.
Lo dí todo para ayudarte, pero nunca fue suficiente. Perdóname.
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