
Más cerca de los Beatles que de tus discos de jazz.
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sábado, 3 de noviembre de 2012
shut
¿Has notado alguna vez el miedo de hacer las cosas mal? Esa sensación que te recorre todo el cuerpo cuando intentas tomar una decisión, ese presentimiento de que hagas lo que hagas siempre te preguntarás qué hubiese pasado si hubieses elegido la otra opción. Y por mucho que escojas con toda la certeza de saber qué es lo que tú sientes, pasará por tu cabeza ese presentimiento. ¿Por qué tiene que ser siempre complicado? No pido que me lo pongan todo en bandeja, al fin y al cabo si algo he aprendido es que las cosas en esta vida hay que ganárselas, y una vez que lo consigues, no puedes dejarlas a un lado, ni darlas por terminadas porque, ¿sabes? Una vez conseguidas las cosas, aunque tú creas que ese paso que ya has terminado sería el más complicado, no lo será. Porque mucho hablan de cómo conseguir las cosas y luchar por ellas, pero nadie de como conservarlas, de como no perderlas. Pero, a pesar de todo el empeño que puedas poner, lo verdaderamente triste es que algunas personas se van sin causa, poco a poco, y justamente nos damos cuenta de que se han ido demasiado tarde. Es entonces cuando llega ese sentimiento de culpabilidad y prometes que nunca más volverá a pasar, lo prometes, pero desconoces que a veces eso no está en tus manos.
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