Yo tuve la gran suerte de conocerle muy a fondo. Conocer hasta el más mínimo problema que él tenía. Conocer a pleno qué se escondía detrás de esos ojos sin temor alguno.
Tuve esa gran suerte. Y me marcó, me dejo grabadas en mi pecho miles de lecciones que jamás llegaría hoy en día a aprender por mí misma. Me enseñó el verdadero sentido de una amistad, incluso me abrió los ojos cuando yo no lo hacía. Me enseño a equivocarme, a levantarme, a sufrir e incluso a reír. Me marcó como pocas personas lo han hecho en tan poco tiempo. Me marcó de tal modo que pase el tiempo que pase, olviden las personas que le olviden, haga lo que haga, siempre le tendré presente.
Yo dije siempre, sea como sea, pero siempre.
Y si todo empezara de nuevo, no dudaría un segundo en conocerte de nuevo, a pesar de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario