Nos han enseñado a luchar por lo que queremos. Nos han enseñado a no rendirnos, a levantarnos cada vez que nos caemos. Nos han enseñado a sonreír a las cosas que en verdad nos entristecen. Nos han enseñado que si una puerta se cierra, otra se abre. Nos han enseñado a no mirar atrás y a seguir hacia delante. Nos han enseñado que la vida es corta. Nos han enseñado tantas cosas... ¿quién? No lo sé. Pero si tuviese que decidirme, diría que los errores. Los errores han llevado a cada uno a aprender una lección nueva. El problema, es que esa lección no la aprendemos de verdad hasta que nos damos de boca. Hasta que nos decimos <<joder, era verdad>>, hasta que tenemos que levantarnos, secarnos las lágrimas y seguir hacia delante. ¿Por qué? Porque supongo que es eso, de lo que se trata cualquier cosa, ¿no? Empezar y terminar, a pesar de las consecuencias. Aunque no te niego que a veces, lo más fácil es abandonar, coger otro camino por cobardía, por miedo, o por lo que quiera que sea. Pero dejar el camino, sin lección que valga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario