Vivimos en un mundo en el que hacemos cosas para, simplemente, complacer a los demás. Vivimos en un mundo en el que ya no existe ningún tipo de ilusión. Un mundo en el que nadie se propone ser feliz, feliz de verdad.
A veces, es necesario dar un giro a tu vida, a veces es necesario mirar a las cosas tristes desde otro punto de vista. Tal vez si a todos esos problemas les das la vuelta seas capaz de reírte de ellos y te des cuenta de que esa era la mejor manera de solucionarlos. A veces, ser feliz implica no hacer caso a los demás si no están de acuerdo, aunque implique decepcionarles. A veces es necesario gritar lo que queremos hacer y vamos a hacer. Buscar dentro de nosotros qué es lo que realmente queremos y necesitamos, y luchar por ello, a pesar de lo malo que pueda resultar.
Quédate con esto para el resto de tu vida: Siempre hay que quedarse con aquello que nos haga feliz.
Si estás aquí para complacer a los demás, no eres dueño de tu vida. Lucha por lo que quieres, coge tu vida con tus propias manos y haz lo que quieras con ella, pero lo que sea que hagas, que te saque una sonrisa en la cara.
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